La mañana de este viernes, la tranquilidad de Belarmina Rodríguez Cordero, una mujer de 103 años, terminó abruptamente cuando su hijo llegó acompañado de un abogado y de elementos de Seguridad Pública municipal para presentarle una orden de desalojo. Sin posibilidad de defenderse, varios hombres ingresaron al inmueble y comenzaron a sacar sus pertenencias a la calle.
El hecho ocurrió en una propiedad ubicada en la 24 Sur, casi esquina con la 19 Poniente, en la colonia Esmeralda, donde la señora ha vivido toda su vida y donde formó a su familia. Según testigos, su hijo Daniel Marín Rodríguez, quien desde hace tiempo ya había intentado quitarle la casa, reclamó la propiedad asegurando que se la había comprado.
Belarmina, totalmente lúcida, negó haber vendido su patrimonio y afirmó que jamás lo haría, pues se trata de su único bien. Vecinos y familiares lograron auxiliarla y sacarla en su silla de ruedas, mientras los sujetos continuaban ingresando para sacar muebles y pertenencias, dejándolos en la vía pública.
El abogado que acompañaba al hijo señaló que contaban con un video de la supuesta venta y que la transacción había quedado asentada en la Notaría Pública 3, la cual dejó de operar hace varios años debido a irregularidades. El hijo aseguró haber entregado a su madre la cantidad de 80 mil pesos, aunque familiares y vecinos sostienen que la mujer fue víctima de abuso y manipulación para firmar documentos sin plena conciencia de las consecuencias.
El desalojo generó indignación en la comunidad. Sobrinos de la señora pidieron la presencia de medios de comunicación para solicitar públicamente el apoyo de algún despacho jurídico que pueda ayudarla. Señalaron que su hijo abusó de la edad de Belarmina para apropiarse de la vivienda y que el proceso legal carece de transparencia.
Vecinos también se sumaron a la denuncia, destacando la falta de sensibilidad y humanidad al desalojar a una mujer centenaria que ha sido parte de la comunidad durante décadas.
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