Para despedir el año, las empresas organizan las fiestas decembrinas, intercambios, etc. Pero a veces, un discurso general para la empresa no siempre genera el impacto que sí puede lograr un ritual de cierre con cada equipo de trabajo
De acuerdo con Ipsos, las personas que tienen entre 18 a 24 años, son las que tienen menos sentido de pertenencia en su trabajo. Por ende, los rituales de fin de año son una oportunidad para generar conexiones positivas por parte de los jefes.
No es como el clásico brindis de levantar la copa, sino enfocarte en las aportaciones de cada integrante”, dice Juan Carlos Ramírez, consultor de Ramírez y Asociados.
Al tratarse de un momento previo a las vacaciones, los jefes pueden hacer una diferencia y agradecer de una manera auténtica, sin la necesidad de un presupuesto adicional.
“No hay nada mejor que te hagan sentir que estás ahí, que ven tu trabajo y que le dan significado. El hecho de saber que tu jefe se tomó el tiempo para ti se aprecia”, comenta Epitafio Sánchez, consultor en bienestar y liderazgo empresarial.
1. Recapitular los logros del año: Al reflexionar la operación de todo un año, es común pasar por alto los logros, ante esto, los especialistas recomiendan que los jefes destaquen las victorias de cada colaborador.
Al hacerlo, genera la reflexión activa, refuerza la mejora y ayuda a tomar mejores decisiones.
2. Agradecer el esfuerzo: De acuerdo con un estudio de Kelly, uno de cada cinco trabajadores en México renunciaría a su trabajo porque sienten que no se reconoce su trabajo y esfuerzo en la empresa. Juan Carlos Ramírez señala que reconocer el trabajo de los demás, ayuda a disminuir esta percepción.
“Recordemos que actualmente el liderazgo no es solo dirigir, sino que también es conectar con las personas y sus emociones”, afirma.
3. Proyectar los planes a futuro: Dejar la planeación para enero puede ser riesgoso para la moral, porque volver al trabajo con una carga de trabajo pesada, impactar en el estado de ánimo.
Epifanio señala que una proyección del siguiente año crea propósito y metas claras. “Menciona los obstáculos que se aproximan, pero desde un enfoque optimista”.
Debido a que es un mes para compartir y agradecer, hacer un ritual con el equipo para el fin de año, ayuda a que los colaboradores se sientan valorados con el trabajo que hicieron durante el año.
“Cuando uno no agradece en un cierre de año, puede caer en la soberanía, se deja llevar por el ego y es preocupante, porque hay pocos jefes que realmente hacen esto”, puntualiza Juan Carlos Ramírez.
Mientras que, Epifanio Sánchez añade que iniciar con estas acciones no requiere mucho tiempo e incluso recomienda hacer cartas personalizadas, ya que esto da un toque más personalizado y el impacto es mayor.
Asimismo, realizar estas acciones tiene más impacto cuando los equipos son más pequeños, como en el caso de los pequeños negocios o los emprendimientos.
Finalmente, los especialistas recomiendan hacer esto para también escuchar la opinión de los integrantes y compartir un momento enriquecedor por medio del liderazgo humano.


