Los informes de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) en Chicago anticipan que el fin de semana estará dominado por temperaturas peligrosamente bajas, sensaciones gélidas y un ambiente propicio para que la nieve se acumule de forma rápida en varios sectores.
Este viernes 12 de diciembre será el punto de partida de la transición hacia el frío intenso. Después de las nevadas de la semana en sectores del suroeste de la región, todavía podrían persistir algunos copos dispersos durante la noche del viernes, aunque el sistema que los provocó se alejará gradualmente.
Lo que dominará con más fuerza será el avance de un frente frío asociado a una masa de aire ártico modificada que ingresará desde el noroeste. Con ese arribo, las temperaturas caerán abruptamente y se acercarán a registros muy por debajo de lo habitual para esta época.
El NWS en Chicago explicó que la combinación de nubosidad persistente, viento sostenido del oeste y noroeste y el manto de nieve ya asentado impedirán cualquier ascenso térmico significativo durante la jornada siguiente. Además, el flujo de aire será lo suficientemente intenso como para favorecer la llegada de aire mucho más seco y frío antes del amanecer del sábado.
El sábado se perfila como la jornada más helada de este episodio invernal. La previsión del NWS para Chicago señala que, antes de la salida del sol, los valores podrían caer hasta los números de un dígito en Fahrenheit (por debajo del cero en centígrados), con sensaciones térmicas aún más bajas por el viento.
A lo largo del día, las temperaturas máximas apenas conseguirán moverse, sobre todo en sectores del noroeste del estado. En estas zonas, la influencia directa del aire polar mantendrá el termómetro en niveles excepcionales.
La llegada de un nuevo sistema “clipper” durante la tarde también aportará la posibilidad de otro tramo de nevadas, especialmente al sur de los ríos Illinois y Kankakee. Aunque la franja con mayor concentración de nieve se ubicará probablemente sobre el centro de Illinois e Indiana, el viento en altura y la organización de la atmósfera permitirán que algunos copos lleguen a áreas más del norte.
La nieve que caiga tendrá una característica muy particular: será ligera, tipo polvo, con una relación nieve-agua muy elevada debido al predominio del aire seco y frío en las capas intermedias.
Además, el viento del noroeste contribuirá a que el ambiente permanezca congelado. Las ráfagas sostenidas, que podrán ubicarse durante la mañana y la tarde alrededor de las 20 millas por hora (32 km/h), dejarán sensaciones térmicas peligrosamente bajas.
La combinación de aire ártico, cielo parcialmente despejado y viento intenso marcará el pulso del fin de semana. El sábado por la noche, la pérdida de calor será aún mayor porque el cielo comenzará a despejarse desde el oeste, lo que facilitará un enfriamiento rápido del suelo.
La baja humedad y el predominio del aire seco permitirán que el termómetro caiga por debajo de cero en amplios sectores del área metropolitana y localidades adyacentes. El NWS destacó que las sensaciones térmicas podrían desplomarse hasta los -20°F (-28°C) o incluso menos en el corredor más expuesto al viento.
El frío dominical no se quedará atrás. Aunque el sol será más visible, especialmente en el área de Chicago, el termómetro no se recuperará con facilidad después del amanecer.
El aire helado que ingrese por la madrugada dará como resultado un inicio del día con temperaturas bajo cero y una tarde que apenas alcanzará valores de un dígito o, a lo sumo, del rango de los 10°F (-12°C). En las zonas cercanas al lago Michigan podría registrarse más nubosidad debido al efecto del lago, algo que también influirá en la percepción térmica.
A pesar del fin de semana riguroso, las previsiones del NWS indican que el inicio de la semana marcará una transición hacia un régimen más agradable. El lunes todavía se espera el paso de otro clipper débil en la región más al norte del estado, pero a partir del martes la estructura de la atmósfera cambiará y favorecerá un ascenso progresivo de las temperaturas.
Esto podría llevar los valores nuevamente por encima del punto de congelación y, si la nubosidad lo permite, incluso permitir un repunte hacia los 40°F (4°C).
Sin embargo, antes de que ese alivio llegue, la región deberá enfrentar un fin de semana marcado por el frío severo, ráfagas heladas y la posibilidad de nevadas dispersas.


