La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) participaría en un plan que establece que se podría detener a quienes salgan voluntariamente por la frontera sur en torno a las fiestas navideñas. El operativo fue dado a conocer por un memorándum que se hizo público.
The Huffington Post reveló un plan del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y la CBP para colocar agentes en los cruces fronterizos con México para capturar a migrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos y que intentan regresar a casa voluntariamente durante las próximas fiestas.
Según un memorando del ICE, obtenido por el medio, el proyecto establece que los agentes colaboren con los oficiales de la Patrulla Fronteriza y de la CBP en operaciones específicas en los puertos terrestres de la frontera sur.
El operativo, llamado provisionalmente "Operation Irish Goodbye" (Operación Adiós Irlandés, en español), se centrarían en los autobuses comerciales que pasan por los puertos de entrada a México, según el documento, que fue etiquetado como “sensible”.
Los viajeros sin antecedentes migratorios ni penales, y que no representen un riesgo para la seguridad pública, serían considerados “retornos voluntarios”. Otros serían procesados según sus casos migratorios actuales. The Huffington Post explica que esto podría significar que serían detenidos y se enfrentarían a un proceso formal de deportación.
El documento no establece una fecha de inicio clara. Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), al que pertenece el ICE, indicó al medio que la agencia “no confirma operaciones futuras”, pero señaló que “es de sentido común que necesitamos saber quién entra y sale de nuestro país”.
Muzaffar Chishti, experto del Instituto de Política Migratoria, en diálogo con el medio, señaló que “detener a personas que salen del país por su cuenta podría tener como objetivo generar repercusiones para quienes tienen casos de inmigración activos o antecedentes penales".
Una orden de deportación legal puede impedir el reingreso durante un cierto número de años o de forma permanente, y tipificar el reingreso como delito.
La operación “también podría tener como objetivo aumentar las cifras para exagerar la efectividad de la campaña de deportación de Trump”, señala The Huffington Post.
Desde la llegada de Trump a la presidencia, se inició una campaña de deportación de inmigrantes más que ha prometido expulsar a los indocumentados a un ritmo sin precedentes, lo que a su vez ha puesto presión a los funcionarios para que presenten cifras que coincidan con el discurso.
Sin embargo, los migrantes que salgan del país sin ser detectados por un puerto terrestre no se incluirán en el recuento oficial de expulsiones.
Chishti precisó que, según los cálculos de su grupo, es improbable que la administración Trump iguale las cifras de deportaciones del mandato de Joe Biden, registrada durante 2024.
“Claramente, se están desesperando”, dijo el experto en inmigración. “Pero no se puede lograr una mayor escala eliminando a quienes ya se ofrecen a ser eliminados, porque esa cifra no ha sido alta”, agregó.
El gobierno de Trump ha afirmado que va camino de deportar a casi 600 mil personas para el final del primer año de mandato de Trump. De ser así, no alcanzarían las 685 mil expulsiones registradas en el año fiscal 2024, según el Instituto de Política Migratoria.


