El Gobierno nacional avanzó en el proceso de privatización de las represas hidroeléctricas del Comahue y preadjudicó cuatro centrales clave. Se trata de las primeras renovaciones de licitaciones hechas en los ’90 y forma parte de un proceso que el próximo año se extenderá a otras provincias. Qué piden los gobernadores y cuáles son las centrales en disputa.
Mediante la Resolución 2059/2025, el Gobierno autorizó esta semana el proceso de preadjudicación a grupos privados de las represas ubicadas sobre los ríos Limay y Neuquén, Alicurá, El Chocón-Arroyito, Cerros Colorados y Piedra del Águila.
Esta decisión da pie para la transferencia del 100% del paquete accionario de las sociedades que operan estas hidroeléctricas, como parte de la reprivatización de estos activos estratégicos del sistema eléctrico argentino.
Este será el punto de partida para la reapertura de licitaciones de todas las represas argentinas que vencen, o vencieron, sus concesiones entre 2024 y 2026.
Central Puerto, el mayor operador del país, retuvo en el Comahue la operación de Piedra del Águila (1.440 MW) tras presentar una oferta de u$s 245 millones y comprometer un plan de inversiones de u$s 160 millones para modernización y seguridad.
La central El Chocón-Arroyito fue preadjudicada al consorcio liderado por BML Inversora S.A.U., vinculada a MSU Green Energy y otros socios, con una oferta cercana a los u$s 235,7 millones. Esta firma se posiciona como la adjudicataria de uno de los complejos más importantes de la cuenca hidroeléctrica.
Por su parte, el grupo Edison Inversiones S.A.U. y el Consorcio de Empresas Mendocinas para Potrerillos lograron la preadjudicación de las centrales Alicurá y Cerros Colorados, fortaleciendo su presencia en el sector energético tras presentar ofertas competitivas para estas concesiones.
Este avance coloca a estos grupos como los primeros preadjudicados en un proceso que promete ingresos por más de u$s 700 millones para el Estado nacional y que marca una etapa clave en la gestión y operación de gran parte de la generación hidroeléctrica de la Patagonia.
Tras la preadjudicación, se abre una etapa técnica y administrativa en la que el Estado nacional revisa el cumplimiento de los requisitos formales, financieros y legales de las ofertas ganadoras.
En paralelo, se firman los contratos de transferencia accionaria y de concesión, que establecen las condiciones de operación por los próximos 30 años, incluyendo obligaciones de inversión, mantenimiento, seguridad de presas y cumplimiento ambiental. Recién con esa firma se produce el traspaso efectivo de la operación a los nuevos concesionarios.
Son varias las provincias que actualmente tienen represas prontas al vencimiento de sus concesiones o directamente en proceso de prórroga por vencimiento.
En Mendoza, el complejo Los Nihuiles I, II y III, sobre el río Atuel, suma cerca de 265 MW y es operado hasta el momento por Hidroeléctrica Los Nihuiles S.A., controlada por Pampa Energía.
Además, en la misma provincia, Agua del Toro, Los Reyunos y El Tigre, ubicadas sobre el río Diamante, también están bajo operación de Pampa Energía, con una potencia conjunta superior a los 380 MW. Todas estas concesiones vencieron en 2024 y son parte de un reclamo provincial por una mayor injerencia en su control. Según confirmó una fuente allegada al gobernador de la provincia, las concesiones están prorrogadas.
“Estamos trabajando junto con Nación para licitar cada uno en el ámbito de su competencia. Nación va a licitar Diamantes, nosotros Nihuiles, pero ya tenemos un convenio firmado para licitarlos en forma conjunta", indicó una voz del gobierno provincial a El Cronista. Asimismo, aseguraron que se están estudiando cuáles son los posibles caminos a seguir, si Pampa Energía seguirá como operador o entrará un nuevo jugador.
Otro gobernador que tendrá por delante el mismo desafío es Gustavo Sáenz, en Salta. Allí las represas Cabra Corral (102 MW) y El Tunal (11 MW), son operadas por AES Argentina. Ambas están emplazadas sobre el río Juramento y sus contratos de concesión vencen en noviembre de 2025, lo que las coloca en el próximo tramo de definiciones por parte del Gobierno nacional.
En San Juan todavía no tienen claro el panorama, la represa Ullum tiene una potencia cercana a los 45 MW y es operada actualmente por Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE). Esta última concesión vence en marzo de 2026 y forma parte del grupo de aprovechamientos que podrían pasar a un nuevo esquema de gestión estatal o mixta.
Por otra parte, en las tierras de Osvaldo Jaldo, en Tucumán, las represas El Cadillal, Escaba y Pueblo Viejo, que en conjunto superan los 50 MW, están operadas por Hidroeléctrica Tucumán S.A. Sus contratos vencen en julio de 2026 y son clave para el abastecimiento eléctrico y la regulación hídrica de la provincia.
“Ese tema todavía no lo están tratando con el gobernador”, indicó una alta fuente cercana al mandatario provincial a El Cronista.
Otros puntos claves serán en Santiago del Estero las centrales Río Hondo y Los Quiroga, sobre el río Dulce, operadas por Hidroeléctrica Río Hondo S.A.. Si bien su potencia es reducida, cumplen un rol estratégico para riego, control de crecidas y provisión eléctrica regional. Sus concesiones también vencieron entre 2024 y 2025.
Finalmente, en la Patagonia, la represa Futaleufú, ubicada en Chubut y con una potencia de unos 472 MW, es operada por Hidroeléctrica Futaleufú S.A., controlada mayoritariamente por Aluar. Su contrato vence en junio de 2025 y es una de las concesiones más sensibles por su peso en la generación eléctrica del sur del país.


