Un sábado cualquiera, aproveché que el sponsor estaba de viaje para reunirme con un par de amigas para echar chal y chismear a gusto de las dolencias Un sábado cualquiera, aproveché que el sponsor estaba de viaje para reunirme con un par de amigas para echar chal y chismear a gusto de las dolencias

Una Botica en Mazaryk

2025/12/06 03:15

Un sábado cualquiera, aproveché que el sponsor estaba de viaje para reunirme con un par de amigas para echar chal y chismear a gusto de las dolencias cotidianas del alma y el corazón.

Nada mejor para ello que hacerlo frente a una copa de vino y un apetitoso almuerzo para que la boca se afloje y empiece a fluir libremente todo aquello que nos acongoja.

Por eso cuando vi que en plena avenida Mazaryk estaba La Botica, un restaurante de comida japomexicoasiaticoperuana, pensé en que esta fusión de culturas con abuelas sabias que te resolvían la vida con un caldito seguramente tendría buenos remedios para sanar las emociones y el cuerpo.

La entrada a esta especie de farmacia europea de antaño me remontó a una época de nostálgica elegancia en donde los frascos con hierbas y líquidos inciertos con los que se preparaban las fórmulas y recetas, hoy dan paso a los nigiris, y sashimis reinventados.

Santuario para sibaritas

Nos acomodamos en uno de los gabinetes para dar rienda suelta al cotilleo con toda privacidad, nos armamos de un “Tokio Rosé” que pidió una de ellas para entonar el drama con el sake, gin y licor de cereza, la otra que es más fresa pidió una aburrida piña colada y yo me hidraté con un mezcal, para que duela.

Para empezar, la carta ofrece un omakase de 11 tiempos, por 1,398 pesos que nosotras dejamos pasar, preferimos jugar a la comidita con las pequeñas porciones de cada uno de los platos que compartimos como buenas amigas.

Iniciamos con un nigiri de kampachi con la frescura del Alva, bañado con ají amarillo peruano que enciende el fuego interior, con miel para endulzar las decepciones y coronado con poro crujiente de endorfinas que van directas al alma.

Al primer bocado ya habíamos olvidado cual era el tema central y el Glotón Fisgón que llevo dentro se dedicó al gozo del buen comer en este santuario para sibaritas.

Mi sorpresa iba en aumento con la belleza del siguiente plato, unas vieiras kimuchi, es decir un callo de hacha japonés, bañadas con una salsa de rocoto peruano y lima mexicana, mezcla que fue asentada sobre un limón amarillo y topado con flakes de ajo crujiente, casi lloro con tanta vitamina C de sabor sublime.

Continuamos con unas gyozas de camarón con salsa macha cremosa, la suavidad de la pasta de arroz que envuelve al camarón se funde en forma increíble con el balance entre el picor y la acidez de esa salsa dumpling.

No perdimos el ritmo con un sashimi de hamachi sobre un espejo con salsa de cacahuate y ajonjolí, macha japonesa, con un top de pepino y chile serrano y manzana encurtidas con miel de abeja, una verdadera delicia.

Seguimos el festín con un maki llamado butter crab, con mayonesa de trufa y mantequilla clarificada de ponzu, simplemente cumplidor. Luego llegó una tostada de atún marinado en miso de trufa sobre chip negro de arroz, aderezo de miel y crujiente de poro, para sanar cualquier locura.

Para asentar el estómago le entramos a los platos calientes, empezando con un arroz con hongos japoneses y continuando con un filete con foie gras marinado en miso, sobre una base de papa con poro y una reducción de carne y chiles coreanos y mexicanos fermentados.

Para este momento de lo único que hablábamos era sobre la excelente presentación de cada platillo, del ingenio de los boticarios que dieron rienda suelta a la creatividad inspirada en diversas culturas que compaginan en forma magistral en esta escena culinaria.

Así concluyó esta experiencia multisensorial en la que los chefs Alejandro Pérez y Víctor Setien lograron hacer de sus conocimientos de alquimia gastronómica un alivio que hizo olvidar la congoja y solo mantener el enfoque en cual sería nuestro siguiente plato.

Aviso legal: Los artículos republicados en este sitio provienen de plataformas públicas y se ofrecen únicamente con fines informativos. No reflejan necesariamente la opinión de MEXC. Todos los derechos pertenecen a los autores originales. Si consideras que algún contenido infringe derechos de terceros, comunícate a la dirección service@support.mexc.com para solicitar su eliminación. MEXC no garantiza la exactitud, la integridad ni la actualidad del contenido y no se responsabiliza por acciones tomadas en función de la información proporcionada. El contenido no constituye asesoría financiera, legal ni profesional, ni debe interpretarse como recomendación o respaldo por parte de MEXC.

También te puede interesar

En Hidalgo, muere Gregorio Jaen, exalcalde de Santiago de Anaya junto a su madre

En Hidalgo, muere Gregorio Jaen, exalcalde de Santiago de Anaya junto a su madre

Emmanuel RincónGregorio Jaen Gaspar, quien se desempeñó como presidente municipal de Santiago de Anaya durante el periodo 2006-2009, falleció tras protagonizar un accidente automovilístico sobre el bulevar Felipe Ángeles, una de las arterias principales de Pachuca, Hidalgo. En el percance también perdió la vida su madre, la artesana Epifanía Gaspar. El accidente en Bulevar Felipe Ángeles De acuerdo con los reportes preliminares de la Secretaría de Seguridad Pública, el exedil conducía un vehículo Nissan Tiida color blanco. Los hechos se registraron cuando la unidad circulaba con dirección al sur de Pachuca. Al aproximarse a la rampa que conecta con la glorieta —zona conocida por su alta afluencia vehicular—, el conductor perdió el control del automóvil, lo que provocó que este se impactara directamente contra el muro de contención. Las autoridades confirmaron el deceso de Jaen Gaspar en el lugar de los hechos debido a la magnitud del impacto. Por su parte, Epifanía Gaspar, quien viajaba en el asiento del copiloto, fue rescatada aún con vida por los cuerpos de emergencia y trasladada a un hospital de la zona. Sin embargo, falleció más tarde tras su ingreso, derivado de las lesiones severas que presentaba. La zona fue acordonada por elementos de la Policía Estatal y agentes de Tránsito para permitir las labores de los peritos. Personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) inició la carpeta de investigación correspondiente para esclarecer las causas exactas que llevaron a la pérdida de control de la unidad. ¿Quién era Gregorio Jaen Gaspar? Gregorio Jaen Gaspar gobernó el municipio de Santiago de Anaya durante el trienio 2006-2009. Era originario de la comunidad de González Ortega, una localidad del Valle del Mezquital. Más allá de su faceta política, Jaen Gaspar mantenía un vínculo activo con la identidad cultural de su región. Fuentes locales y registros periodísticos lo identifican también como un promotor y productor de artesanías de ixtle, oficio que heredó directamente de su madre. Epifanía Gaspar, reconocida artesana La madre del exedil, Epifanía Gaspar Palacio, era una figura respetada en la comunidad artesanal. Estaba registrada en el Sistema de Información Cultural (SIC) como beneficiaria del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y de Comunitarias (PACMYC). Se especializaba en el hilo y tejido de ixtle, una técnica prehispánica emblemática de la zona semiárida de Hidalgo que ha dado identidad al municipio a nivel nacional. Contenidos Relacionados: En Hidalgo, Pisaflores cumple 43 días sin alcalde ante rechazo a suplenteHallan túnel clandestino en fraccionamiento de HidalgoRegidor de Actopan, Hidalgo, es vinculado a proceso por homicidio
Compartir
Excelsior2025/12/06 07:32