El mundo de Hollywood amaneció conmocionado por la noticia del asesinato del director de cine Rob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner. Ambos fueron hallados muertos en su residencia de Los Ángeles con aparentes heridas de arma blanca y, según informaron medios norteamericanos, su hijo Nick figura como principal sospechoso del doble crimen, aunque la investigación continúa en curso y la policía no confirma esa versión.
Reiner, de 78 años, fue una figura influyente en la industria cinematográfica. Su trayectoria de más de cinco décadas como director, productor y actor incluye a algunas de las películas más reconocidas de Hollywood desde la década de 1980, como Cuenta conmigo (1986), Cuando Harry conoció a Sally (1989) y Misery (1990).
El rodaje de la comedia romántica protagonizada por Billy Crystal y Meg Ryan tuvo un condimento especial en la vida personal de Reiner ya que fue donde conoció a su gran amor, Singer, que era fotógrafa. La pareja se casó en 1989, el mismo año en que se estrenó la película, y tuvo tres hijos, Nick, Romy y Jake. Él también era padre de Tracy, la hija de Penny Marshall y Michael Henry, a quien adoptó cuando se casó con la actriz y directora norteamericano en 1971.
Nacido en 1947 en el Bronx, en Nueva York, Reiner creció en un entorno ligado al espectáculo. Era hijo del comediante Carl Reiner y de la actriz y cantante Estelle Lebost.
Su carrera como realizador comenzó en 1984 con This Is Spinal Tap, un falso documental que marcó su debut detrás de cámara y dio inicio a una filmografía sostenida a lo largo de los años.
Antes de consolidarse como director, Reiner también hizo su camino como actor en televisión. Entre 1971 y 1979 interpretó a Michael “Meathead” Stivic en la comedia All in the Family, creada por Norman Lear, donde compartió elenco con Carroll O’Connor, quien encarnó a Archie Bunker. Ese papel lo convirtió en una figura ampliamente conocida en Estados Unidos, le valió dos premios Emmy y funcionó como punto de partida para su posterior desarrollo como cineasta. Su último trabajo como actor fue en la cuarta temporada de El oso (Hulu), donde interpretó a Albert Schnur durante tres episodios.
Como director, encadenó una serie de éxitos durante la segunda mitad de la década de 1980 y comienzos de los años 90. Entre sus títulos más conocidos figuran Cuenta conmigo (1986), La princesa prometida (1987) y Cuando Harry conoció a Sally… (1989).
En 1990 dirigió Misery y dos años más tarde estrenó Algunos hombres buenos, un drama judicial protagonizado por Jack Nicholson y Tom Cruise. Por esta película fue nominado al Premio Óscar como Mejor Director en 1993, aunque el film perdió frente a Los imperdonables, de Clint Eastwood.
A su vez, la compañía de producción que cofundó, Castle Rock Entertainment, lanzó una larga lista de éxitos, incluyendo la popular serie Seinfeld y la película The Shawshank Redemption.
Durante todo ese tiempo, Reiner fue uno de los activistas demócratas más activos de la industria cinematográfica. En este sentido, organizó regularmente recaudaciones de fondos e hizo campañas por temas considerados progresistas, además de ser duramente crítico con la administración del presidente Donald Trump.
Fue cofundador de la Fundación Americana para la Igualdad de Derechos, organización que lideró la campaña para revocar una norma que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo en California, la famosa Proposición 8, según informó Los Angeles Times.
También encabezó la campaña para la aprobación de la Proposición 10, una Iniciativa para Niños y Familias de California orientada a la creación de programas de desarrollo para la primera infancia con un impuesto sobre los productos de tabaco. En ese caso, la medida contó con el respaldo de importantes figuras del ámbito cultural, entre ellas Steven Spielberg, Robin Williams y su propio padre, Carl Reiner.
Agencia AP

