El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tiene un nuevo rival: El lenacapavir, un medicamento que promete marcar un antes y después en la prevención de esta infección, con solo dos inyecciones al año y a un bajo costo.
Hasta hace poco, el lenacapavir se utilizaba únicamente en el tratamiento de personas que ya vivían con VIH. Sin embargo, recientemente fue aprobado por la Agencia Europea del Medicamento y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como profilaxis preexposición (PrEP), lo que implica que este medicamento impide la replicación del virus y reduce el riesgo de infección.
Su administración mediante inyecciones semestrales ofrece una alternativa a los tratamientos tradicionales que requieren la toma diaria de pastillas. No obstante, como ocurre con cualquier fármaco, su uso puede provocar efectos secundarios.
El lenacapavir es un antirretroviral que actúa como un inhibidor de la cápside del VIH, es decir, reduce la capacidad del virus para replicarse en el organismo, lo que disminuye el riesgo de infección.
Se presenta en forma de solución líquida que se aplica cada seis meses bajo la piel (subcutáneo), generalmente en el abdomen o en el muslo, por un profesional de la salud. En caso de no poder recibir las inyecciones en las fechas programadas, puede ser necesario recurrir a tabletas de lenacapavir.
Como cualquier medicamento, el lenacapavir puede causar efectos secundarios. La mayoría tienden a ser leves o moderados, pero algunos pueden requerir atención médica. Es importante reconocerlos para saber distinguir entre reacciones esperadas y señales de alerta.
Algunos de los efectos secundarios más frecuentes del lenacapavir son las reacciones en la piel alrededor del sitio donde se aplica la inyección. Estas manifestaciones pueden incluir:
La buena noticia es que estas reacciones suelen ser temporales. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en algunos casos, pueden aparecer pequeñas protuberancias o el área puede sentirse más firme durante unos días después de la inyección.
Algunas personas también pueden experimentar náuseas o malestar estomacal tras recibir la dosis, aunque este síntoma suele ser leve y temporal.
El dolor de cabeza es otro efecto secundario común del lenacapavir. Este puede variar en intensidad: desde molestias leves hasta dolores más persistentes, por lo que es importante acudir al médico si estos no desaparecen.
Aunque son poco frecuentes, hay señales que merecen atención inmediata si se presentan después de las inyecciones de lenacapavir, por ejemplo:
Estos síntomas pueden indicar una reacción más seria o una infección subyacente y requieren evaluación y, posiblemente, tratamiento.
No, el lenacapavir no cura el VIH. Su función principal es prevenir la replicación del virus en el cuerpo o ayudar a controlar la carga viral en personas que ya viven con VIH.
Aunque representa un avance importante en la prevención y el tratamiento del virus, el lenacapavir no elimina el VIH del cuerpo. Por ello, quienes lo utilizan deben continuar con la supervisión médica y, en su caso, combinarlo con otros tratamientos antirretrovirales según las indicaciones de los especialistas.
En septiembre de este año, se dio a conocer que a partir de 2027, se espera que una versión genérica de este medicamento esté disponible en 120 países de ingresos bajos y medios a un costo significativamente menor que las versiones originales: Aproximadamente 40 dólares al año (alrededor de 700 pesos mexicanos).
Esta iniciativa busca facilitar un acceso más amplio al tratamiento preventivo de VIH en regiones especialmente afectadas por el virus.
Este avance se da en un contexto donde la prevención del VIH y Sida enfrenta desafíos, como la reducción de los presupuestos en salud. Con esta expansión, se espera que el lenacapavir pueda ser una herramienta clave para incrementar la cobertura de la profilaxis y reducir nuevas infecciones de VIH en poblaciones vulnerables.


