Los psiquiatras hablan de un nuevo tipo de personalidad llamado “otrovertido”, el cual viene a poner en discusión todo lo que se sabía hasta el momento sobre los términos introvertido y extrovertido, comúnmente utilizados para catalogar a las personas.
Quien “encontró” este término fue el psiquiatra estadounidense Rami Kaminski, algo a lo que llegó luego de reconocer sus rasgos tanto en él mismo como en algunos de sus pacientes. Si bien las personas extrovertidas suelen definirse como alguien que se desempeña bien en entornos sociales, se siente energizado por la gran cantidad de interacciones sociales en las que participa y le gusta estar en el centro de atención, los introvertidos van más por el lado de las energías, ya que suelen sentirse más cómodos en entornos de bajos niveles, con preferencia por los grupos pequeños y con un desencanto alrededor de las interacciones sociales intensas, las cuales les resultan agotadoras.
De igual manera, cada día parece ser más habitual que alguien se describa a sí mismo como “extrovertido introvertido” o al revés, algo que suele utilizarse para describir un equilibrio de ambos rasgos en simultáneo. Pero, contrario a lo que se suele discutir, ahora apareció otro distinto llamado otrovertido, un nuevo rasgo de personalidad recientemente encontrado por expertos, algo completamente diferente a las personalidades ya mencionadas.
Rami Kaminski utilizó este término para hablar sobre aquellas que no se consideran extrovertidas ni introvertidas. En un primer lugar, puede describirse como una tercera posición ideal para muchas personas que no sienten pertenecer a uno u otro, por lo que otrovertido los describe a la perfección.
En diálogo con el portal británico Daily Mail, Kaminski explicó: “Cuando (Carl Gustav) Jung inventó los términos extrovertido e introvertido, los vio como dos orientaciones fundamentales de la personalidad. Yo veo al otrovertido de la misma manera: un rasgo de personalidad que se aleja del grupo. Los extrovertidos y los introvertidos son inherentemente comunitarios, mientras que el otrovertido es un extraño al grupo. En sí mismo, no es un problema ni una condición ni una etiqueta diagnóstica”. Con esta introducción, generó dudas alrededor de qué novedad podía incorporar esta definición.
“Simplemente, significa que, mientras que la mayoría de las personas aprenden a desarrollar un sentido de pertenencia a un grupo específico a través del condicionamiento social, los otrovertidos siguen siendo sociales, pero no comunitarios”, agregó el psiquiatra para mencionar una diferencia marcada. Incluso, aseguró sentirse identificado con esta palabra y lo hizo con un ejemplo personal, donde reveló que fue Boy Scout cuando era niño y él no sentía nada mientras sus compañeros se mostraban entusiasmados y asombrados por la sensación de conexión.
Por otro lado, afirmó que estas personas tienen el “fenómeno Bluetooth” en sí, algo que desarrolló de la siguiente manera: “Los otrovertidos son muy amigables y capaces de forjar conexiones muy profundas con otras personas. La única diferencia social radica en la falta de conexión con grupos, identidad colectiva o tradiciones compartidas”. Incluso, explicó que quienes tienen esta condición no ven como algo natural la capacidad de conectar emocionalmente con los demás.
Para finalizar, Rami Kaminski remarcó: “Los otrovertidos descubren desde muy temprano que se sienten excluidos de cualquier grupo. Esto ocurre a pesar de que suelen ser populares y bienvenidos en ellos. Esa discrepancia puede causar malestar emocional y una sensación de incomprensión”.


