El magnesio puede ser un gran aliado para las personas que tienen problemas para dormir y conciliar el sueño, siempre que se administre de manera correcta. Dentro de los distintos tipos de este mineral, se destaca el bisglicinato, que en un estudio reciente mostró resultados prometedores para tratar el insomnio. Su consumo puede ser especialmente beneficioso para los trabajadores con turnos nocturnos.
Dentro de los tipos de magnesio y sus aplicaciones, el bisglicinato es la unión del mineral con el aminoácido glicina. Diversas investigaciones sostienen el potencial de beneficios que tiene esta unión.
Además de los efectos positivos que tiene el magnesio por sí solo, según publicaciones científicas, se suma la posibilidad de lograr efectos más significativos en personas con malos hábitos de sueño.
Este 2025 se llevó a cabo una investigación que dejó resultados sobre su potencial para combatir el insomnio leve. Realizada por los autores Julius Schuster, Igor Cycelskij, Adrian Lopresti y Andreas Hahn, se publicó a fines de agosto pasado. Su finalidad fue evaluar la efectividad del bisglicinato de magnesio en personas que reportaron problemas de sueño.
La muestra fue de 155 adultos de entre 18 y 65 años, la mayoría mujeres. En el marco de un ensayo controlado aleatorio con doble ciego y placebo, se le suministró a un grupo 250 miligramos de magnesio y 1523 mg de glicina a diario durante cuatro semanas.
A partir de la evaluación, los autores del estudio llegaron a algunas conclusiones clave:
De acuerdo con los autores, se trata del estudio controlado con placebo sobre la relación entre magnesio y sueño más grande que se llevó a cabo hasta la fecha.
A pesar de que el bisglicinato de magnesio mostró mejoras estadísticamente significativas contra el insomnio, los expertos advirtieron que es necesario realizar más investigaciones.
El componente mostró sus propiedades positivas en personas que reportaron complicaciones para dormir. Esto es una problemática que afecta especialmente a latinos en EE.UU., ya que son quienes más tienen turnos nocturnos de trabajo.
Una investigación de 2017 de New American Economy citada por el American Inmigration Council sostiene que los migrantes tenían un 15,6% más de probabilidades de ser asignados a horarios de noche en comparación con empleados similares estadounidenses. Esta tendencia se observaba incluso en trabajados calificados y era más marcada en mujeres.
De acuerdo con otro estudio de 2017, estos hábitos generan la afección denominada como trastorno del sueño por trabajo por turnos (SWSD, por sus siglas en inglés). Las consecuencias de este problema son inconvenientes para dormir, somnolencia excesiva y fatiga, entre otros.
